Psicólogos han estudiado la razón de esquiar, algo que los esquiadores especulan al respecto, y la gran mayoría de la gente no tiene en claro. Hay una ambivalencia en este deporte.
No hay puntos, goles o anotaciones en el esquí, pero la gracia de deslizarce, del movimiento, provee una seguridad en el esquiador que supera el hecho de ganar un juego.
Es un deporte que libera de las preocupaciones y tensiones de la vida diaria. Esquiar te hace notar la grandeza de la Naturaleza.
Si bien es un ejercicio exhaustivo para la mayoría de la gente, ningún otro deporte brinda tal sensación de satisfacción y saludable vigor.

¿Por qué esquiamos?

Las palabras no lo pueden explicar.
Uno debe experimentar las horas, días y semanas del esquí.
Uno debe conocer a la gente que esquía: los individualistas, los inconformes. Hay que apreciar la belleza de las montañas y valles nevados. Hay que participar en ese momento verdadero.

¿Por qué esquiamos?

Hay que convertirse en esquiador para averiguarlo.